ENAMORARME Y VIAJAR A LUGARES NUNCA VISTOS
Nunca pensé en escribir, pero desde siempre supe que para ser un poco feliz necesitaría dos cosas: enamorarme y viajar a lugares nunca vistos.
Así que por ello, me puse en marcha para viajar a Ítaca esperando, como invita Kavafis, a que mi camino fuera largo, rico en experiencias; y que fueran muchas las mañanas de verano en que con dicha, con alegría, arribara a puertos jamás vistos.