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COMENTARIO DE TEXTOS, CUANDO YO LEÍA LENTAMENTE Y SE QUERÍAN


Rebuscando entre los papeles más antiguos que poseo, y que han ido sobreviviendo al tiempo y mis mudanzas, encontré hace poco algunos comentarios de texto que hace mucho, mucho tiempo (cuando era insultantemente joven) fui salvando de la destrucción o el amor. Y volví ayer a releer un comentario de texto que hice de un poema de Aleixandre que siempre salve de la quema; porque era Aleixandre y porque era Se querían

He decidido transcribirlo, porque igual puede serle útil a aquellos que están aprendiendo a leer despacio como hago yo.

¡Aquí va ese comentario de textos!

SE QUERÍAN

Vicente Aleixandre,

Se querían. Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada, labios saliendo de la noche dura, labios partidos, sangre, ¿sangre dónde? Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas, 

a esa amorosa gema del amarillo nuevo, cuando los rostros giran melancólicamente, giralunas que brillan recibiendo aquel beso.Se querían de noche, cuando los perros hondos laten bajo la tierra y los valles se estiran como lomos arcaicos que se sienten repasados: caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada, entre las duras piedras cerradas de la noche, duras como los cuerpos helados por las horas, duras como los besos de diente a diente sólo.

Se querían de día, playa que va creciendo, ondas que por los pies acarician los muslos, cuerpos que se levantan de la tierra y flotando… Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos, mar altísimo y joven, intimidad extensa, soledad de lo vivo, horizontes remotos ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida, como ese mar redondo que se aplica a ese rostro, dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida, donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios, ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,

metal, música, labio, silencio, vegetal, mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.


1.- Localización- Función

El poema escrito por Vicente Aleixandre pertenece a su libro La destrucción o el amor. Según Darío Puccini «podemos decir que en Espadas como labios estamos todavía ante un tipo de poesía surrealista desprovista de un “centro”, mientras que el fenómeno que caracteriza a La destrucción o el amor es el descubrimiento de un centro irradiante, por lo menos parcial.

Un ejemplo puede ser el poema Soy el destino:

Soy el destino que convocan a todos los que aman,

mar único al que vendrán todos los radios amantesque buscan a su centro…

Se pasa del himno surrealista sobre la vida y la muerte de Espadas como labios a la inarticulada y turbulenta llamada al amor. Su concepción del amor es el núcleo activo y propulsor del libro.

2.- Tema

El tema del poema es el amor, amor en todo momento, en todo lugar y en cualquier condición: amor humano y amor telúrico.

3.- Estructura

Podemos dividir el poema en tres partes:

a) Una primera parte que comprenderá las cuatro primeras estrofas, donde el lazo de unión entre ellas sería la noche, la oscuridad.

b) Una segunda parte que la formarían las tres siguientes estrofas y su nexo sería el día, la luz.

c) Una tercera parte que comprendería solamente la última estrofa y que a modo de conclusión definitiva recoge que el amor, ese se querían sucede en todo momento, en todo lugar y bajo cualquier circunstancias; aglutinando todo el poema.


4.- Análisis

A) En la primera parte todas las estrofas comienzan por Se querían, sintagma que también aparecerá en todas las del poema y que cerrará el último.

El verbo querer realizará la función de aglutinador de todos los elementos que aparecen en el texto.

El poeta comienza acotando temporalmente al amor: Sufrían por la luz, … / … en la madrugada / …de la noche / …mitad noche mitad luz /.

El sustantivo de la primera estrofa que resume la pasión de quererse son loslabios: / …labios azules / labios saliendo de la noche dura, / labios partidos, sangre, ¿sangre dónde? / . ¿Sangre?; esa palabra convierte el amor en una lucha pasional.

Existe, abundando en esto, una personificación de los labios: / Sufrían por la luz… / …saliendo de la noche dura /.

Carlos Bousoño escribió: «el amor expresado por Aleixandre es el amorpasión y, más concretamente aún, la acción misma erótica en su trascendencia metafísica, que consiste en relacionar al amante con lo absoluto telúrico».

– En la segunda estrofa el poeta se aparta del tema de la noche y se explica su amor con cmparaciones de belleza y brillo: / flores, gemas, giralunas que brillan / (vegetal, mineral, sueño); y termina la estrofa /recibiendo aquel beso/ de los mismos labios que luchaban en la primera estrofa.

En el segundo verso de esta estrofa: /a esa amorosa gema del amarillo nuevo/ que se mueve entre la metáfora, hipálage y una cierta aliteración basada en la insistencia del sonido m.

Vuelve a personificar la naturaleza (las flores) que pueden amar a las espinas hondas.

Existe una paronomasia en los versos tercero y cuarto: / giran melancólicamente / giralunas que brillan recibiendo aquel beso /.

– La tercera estrofa vuelve a relatar el amor de noche, regresando a ese amor en un tiempo y lugar determinado: / Cuando los perros hondos / laten bajo la tierra y los valles se estiran /. Utiliza también el mismo adjetivo calificativo, hondo, como ya lo utilizara para las espinas; esta reiteración nos habla, por tanto, de un amor profundo que procede de estos estratos inferiores del alma.

«Ese ser o querer ser algo ajeno, ese comprometerse con las cosas, ese disolverse en el amor-muerte y ese abandono en lo cósmico y en lo pequeño…, así como los elementos de la naturaleza, presuponen en el poeta un estado de máxima e ininterrumpida exaltación y dan a su lenguaje y a su palabra ese énfasis especial que ya observó Dámaso Alonso». Esto dice Darío Puccini respecto a las comparaciones de cómo se ama o cómo se quiere ser en el poema de Aleixandre.

Todas estas comparaciones se llenan de naturaleza: / Como las flores a las espinas…/ Cuando los perros hondos / laten bajo la tierra y los valles se estiran /

El último verso da velocidad a la estrofa mediante el recurso de una enumeración de cuatro sustantivos seguidos: / Caricia, seda, mano, luna que llega y toca /.

La cuarta y última estrofa de esta primera parte continúa con la localización temporalde la noche: / Se querían de amor entre la madrugada / entre las duras piedras cerradas de la noche /. En tres de los cuatro versos de la estrofa repite el adjetivo duras. Ha repetido hondos y ha repetido duras, adjetivos que acentúan la fuerza de esa pasión amorosa.


B) La segunda parte en que hemos dividido el texto modifica la disposición temporal anterior y evoca al amor durante el día, cuando nos rodea la luz: / Se querían de día… /; y vuelve a retornar a la naturaleza entrelazándola con una metáfora pasión-playa: / playa que va creciendo / ondas que por los pies acarician los muslos, / cuerpos que se levantan de la tierra y flotando… /.

Según Aleixandre, ese algo que fluye como agua, como río, es la mujer en cuanto que objeto de amor: / Cuerpo feliz que fluye entre mis manos… / o / cuando contemplo tu cuerpo extendido / como un río que nunca acaba de pasar / .

La siguiente estrofa continúa en el mediodía perfecto y vuelve a la naturaleza: / mar altísimo y joven, intimidad extensa / …. horizontes remotos /.

Vemos, despacio, ese caminar por el poema:

– Durante la noche (1ª parte) ha hablado de la tierra, de los valles, de las piedras.

– Durante el día, de la playa, del mar.

– Al mediodía perfecto ya glosa el horizonte, el futuro.

Cada vez parece que pretende alejarse más de la realidad, como si los cuerpos lucharan por fundirse paso a paso hacia una naturaleza inalcanzable: el horizonte.

– La última estrofa de esta segunda parte en la que hemos dividido el poema es paralela a la segunda estrofa del mismo, donde no existe una localización temporal, sino que se explican las difíciles condiciones de ese quererse, utilizando dos comparaciones y dos metáforas de corte surrealista:

/ Se querían como la luna lúcida, / como ese mar redondo que se aplica a ese rostro (en este verso se observa una cierta musicalidad con la letra r) / dulce eclipse (sinestesia) de agua, mejilla oscurecida / donde los peces rojos van y vienen sin música /.

C) La tercera parte que únicamente comprende la tercera estrofa, recoge mediante una rápida enumeración, donde con el cierre del poema (igual que su inicio), Se querían, sabedlo…, encierra ya todas las condiciones posibles, no sólo el camino recorrido en el texto, sino sino que añaden nuevos conceptos que todo lo aglutinan hasta completar un mundo propio:

/ mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo /.

Comienza el poeta diciendo:

día, noche, ponientes, madrugadas, espacios, / ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, / mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal, / metal, música, labio, silencio, vegetal /

Leedlo otra vez y veréis que todas las posibilidades del mundo del poeta y del poema en su amor telúrico están recogidas aquí y las resume en el último verso, sin dudar:

/ Se querían siempre. De manera total /


5.- CONCLUSIONES

Para Aleixandre el amor es total, no tiene límites.

Como también explica Carlos Bousoño: «Para Aleixandre el amor es un acto de deslimitación, que quebranta nuestros límites, absorbe nuestro yo y parece como que por un instante lo reincorpora, a la naturaleza indivisible. El amor es entonces destrucción. Sobrecoge el aniquilamiento de cada uno de los amantes que quiere ser el otro, enigma de una consumacióndonde la pareja busca unificarse, rompiendo sus fronteras».

Y esto puede observarse como conclusión en este poema:

Los amantes se querían de noche, de día, en la tierra, en los valles y sierras, pero también en la playa en el mar e incluso en el horizonte. Es una cadena que va partiendo sus eslabones hasta no tener límites. Fundiendo a su vez a los amantes con la naturaleza, motivo siempre principal para Vicente Aleixandre.

Hubo un tiempo, cuando yo leía despacio, en el que profesores como Ramón Asquerino, Jota Siroco, (en El Picacho); Bernardo Souviron, Ana Suárez Miramón, (en la Universidad); Salvador Solé, José Luis Fernández de la Torre (en los volúmenes sobre literatura que publicaron),… me enseñaron a leer y a descubrir que cada poeta elige una palabra para un verso, porque no hay otra que tenga cabida en ese poema; y son pocos quienes pueden descubrirlas. Hubo un tiempo que esos pocos me enseñaron, al menos, a verlas. Para descubrirlas, todavía no estoy preparado.

He aquí un comentario de textos de cuando yo leía despacio, hace muchos, muchos años. Espero que pueda serle útil a quienes quieren leer despacio.


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